EL COLEGIO MILAGRO

Nada más entrar en clase ocurre algo insólito: nada. El aula de quinto de primaria está abarrotada pero nadie me presta la más mínima atención. Doy algunos pasos entre las mesas, me asomo al centro de un grupo de alumnos, pero ninguno levanta la vista. Me ven, pero me ignoran. En mis tiempos, y en otros colegios, cualquier persona, animal o cosa que se manifieste en la puerta de un aula se convierte de forma instantánea en la mejor escapatoria.

Hace tres meses un nuevo milagro atrae peregrinos a uno de los barrios más pobres del área metropolitana de Barcelona. Curiosos, estudiantes de magisterio, académicos y comitivas institucionales se desplazan semanalmente hasta La Florida, en L’Hospitalet de Llobregat, para visitar el prodigioso colegio Joaquim Ruyra. Yo soy uno de esos peregrinos.

Todo empezó cuando se hicieron públicos algunos de los resultados de las pruebas de competencias básicas que realiza la Generalitat. Los datos revelaron que el nivel académico de los alumnos de primaria de este centro público está muy por encima de la media. En algunas materias supera incluso el de los colegios privados de más prestigio de Cataluña. Lo llamaron «milagro educativo».

 

https://www.elmundo.es/papel/historias/2017/03/19/58ca8b8ee5fdea672d8b46ad.html

 

Ir a la barra de herramientas